El primer escalón de la escalera que sube al Cielo de la Salud Emocional no es la autoestima; antes bien, parece un señuelo de nuestros tiempos para detectar si entendemos o no qué es o cómo se alcanza un bien-estar integral: ese donde no debería haber problemas más grandes que nosotros (relacionales, existenciales, económicos, profesionales, sexuales e incluso familiares). Decimos de aquel/aquella que no logra 'salir adelante', algo así como: "...pobre...es que seguramente ha de tener su autoestima baja...", cuando para empezar habría que preguntarnos si nos queda claro qué es la autoestima. Aunque a mí, en este tema como en otros, me gusta empezar por enumerar algunas de las cosas que NO son directamente proporcionales a la autoestima, a saber:
-La autoestima no es el dinero que tienes...o la ausencia de él.
-Tampoco tiene cosa qué ver con tu aspecto en general...te gustes o no. Y mucho menos con los logros que este físico tuyo lograra reunir, por las buenas o con engaños, a través del tiempo y tus relaciones.
-Los títulos profesionales, técnicos, empresariales o nobiliarios que ya posees (o que desearías tener), cuentan muy poco...igual que los otros puntos.
Y como tengo claro que ya sabes hacia dónde voy, no te quitaré más mi tiempo y te invito a que nos paremos juntos frente a la Escalera que sube...etcétera, y leamos juntos lo que dice el primer escalón en letras grandes (porque también se miran unas letras pequeñas, pero no llevamos prisa): AUTOACEPTACIÓN. Muy bien, veamos qué se dice de la Autoaceptación en Google (porque si Google lo tiene, seguro no es Física Nuclear): "...significa reconocer que somos valiosos y dignos de ser queridos y respetados a pesar de no ser perfectos." ¡Gracias Google¡
Ser reconocidos como valiosos y dignos de ser queridos y respetados a pesar de no ser perfectos...¿Por quién¿ ¿Por la Bruja del Setenta y Uno¿ Evidentemente, ese trabajo está condenado a ser nuestro, siempre, todo el tiempo. "Pero si ya nos quitaste lo que el Mundo -me dirán ustedes-, y la Realidad nos ha dado o negado según una fórmula ininteligible hecha entre Nuestro Esfuerzo dividido por el Capricho del Universo, entonces, ¿Cómo le hacemos para ejercer Autoaceptación¿". ¡Me encanta cuando estamos en la misma frecuencia¡ Leamos pues las letras más pequeñas de este primer escalón tan críptico:
'Para ejercer Autoaceptación, conteste las siguientes preguntas en respectivo órden y en el mejor Tiempo Presente Perfecto y Efectivo, no en el Tiempo Pasado del Yanoestoytaaanseguro ni mucho menos del Tiempo Creocasiestoyseguroqueasípasó:
¿Quién Soy...ahora¿
¿Qué Soy...ahora¿
¿Qué Quiero...ahora¿ (cuidado con esta pregunta, es capciosa: lo que CREO que quiero definitivamente NO es lo que quiero. N. del A.).
Cuando sepa Ud. qué quiere de verdad, conteste a la brevedad las siguientes preguntas, porque la procrastinación echa a perder hasta al aguacate más verde:
¿Cuándo voy a Conseguir lo que ya sé que Sí Quiero, no lo que Creo que Quiero¿
¿Cómo le voy a hacer para Obtenerlo¿ Añada por favor, en lápiz, un diagrama de flujo y logística real y alcanzable para este punto, además de una sólida tolerancia a la frustración".
¡Subamos, pues, al primer escalón que nos llevará al lugar que de verdad queremos, no al que creemos que nos dará ése reconocimiento, valor, amor y respeto que nunca serán suficientes de los demás y del Mundo¡
¡Paremos de Sufrir¡ Hagamos de éste método Nuestro Método Científico para lograr verdadera Autoestima, y así poder disfrutar de los logros sociales, económicos, profesionales, sexuales, materiales y familiares en todo su esplendor y, posteriormente, en su obligada decadencia.
(N. de la Editorial Agalma: no nos hacemos responsables del efecto sectario o hipnotizador que el contenido del presente artículo genere en Usted, querido lector; pero estamos de acuerdo que por algún lado se tiene qué empezar para formar una Autoestima sólida y en constante desarrollo. Gracias.)
Julio Cesar Rueda.
Comentarios