“Yo sé que usted cree comprender lo que piensa que yo he dicho, pero no sé si se da cuenta de que lo que usted ha oído no es lo que yo quería decir.”
Pierre Rataud
La relación en pareja es fundamental en la vida de todo ser humano, ya sea porque se tiene una, muchas, ninguna, se desea alguna y no se tiene, se tiene alguna y se quiere otra, en fin, muchas posibilidades sobre cómo vivimos el concepto de la pareja pero el tema de comunicación se vuelve central para cuidarnos, cuidar al otro(a) y a la pareja como unidad. Es posible que muchos de nosotros hayamos jugado teléfono descompuesto en la primaria o hayamos realizado un “teléfono” con vasos e hilo como parte de una tarea. Recuerdo que a pesar de mi corta edad para mi era impactante (y aún lo sigue siendo) la forma en que los mensajes, enunciados y palabras se iban tergiversando de boca a boca, me causaba risa, impresión, desconcierto, cierta tristeza y un sin número de emociones que a la fecha me suceden cuando noto que esto sucede sin tener que realizar el juego. No puedo dejar de recordar el libro de un amigo y colega (Dr. Miguel Reyes) titulado “Mis Jaladas Mentales” que resultó ser una forma sencilla de poner al tanto a aquellos (que somos la gran mayoría) que nos enredamos en dificultades de comunicación con muchas personas por la dificultad de no escuchar al otro, menos a nosotros mismos pero sí a todo lo que no está claro en mi cabeza que yo digo con certeza que sí es, es decir, mis jaladas mentales.
El autoconocimiento se vuelve fundamental, más no requisito único para la tarea de comunicarle a nuestra pareja lo que quiero, no quiero, me gusta y no, deseos, inquietudes, etc. Resulta imposible poder comunicar algo que desconozco, por lo tanto, si no conozco quién soy, cómo soy, para qué existo, a dónde voy, entre otras preguntas importantes, no podré comunicar a mi pareja muchas cosas de forma efectiva y acertiva, probablemente estaré “in”-comunicándome.
Irvin Yalom planteaba ciertas preguntas para abordar y analizar una terapia de grupo pero que también resultan útiles para nuestro día a día en relación a nuestro concepto de pareja: ¿cómo lo que hago o no hago, influye en la forma como los demás me ven?, ¿cómo esto influye en lo que los demás sienten hacia mí?, ¿ cómo esto influye en la forma como los demás actúan hacia mí?; y por último, ¿cómo todo lo anterior influye en la forma como me siento conmigo?
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