top of page
Foto del escritorCentro Agalma

¿Por qué siento ansiedad?

La ansiedad está conformada por varios componentes, fisiológicos, psicológicos y emocionales que se confrontan bloqueando entre sí la función natural del organismo, causando inquietud, palpitaciones, sudoración, dificultad en respirar, entre otros malestares.


¿Qué lo desencadena? En terapia Gestalt hablamos de la exitación como la fuerza motora que me carga de energía para poder realizar una acción o movimiento, que puede ser físico o emocional, es decir ir hacía algún lugar o sentir un sentimiento.


Cuando hemos vivido en un entorno que por alguna razón ha censurado ciertos comportamientos o sentimientos esto crea una fuerza que detiene la exitación natural que va dirigida al entorno, hacia “afuera de mí”; el llanto, por ejemplo, cuando estoy conmovido o siento una pena, si esto ha sido prohibido en mi casa, con mi familia lo más probable es que aprenda a detenerlo, sin embargo la energía que se movilizó para que yo llorara queda bloqueada dentro de mi cuerpo y no solo se detiene sino que cambia su destino de afuera hacia adentro de mí, que no es el lugar natural a donde esa energía debe ser descargada causando un choque de energía entre la generada fisiológicamente para llorar contra la generada psicológicamente por no hacerlo, causando muchos síntomas desagradables y confusión ya que al haber alienado ciertos comportamientos y sentimientos mi cuerpo se desensibiliza convirtiéndose en un territorio desconocido para mi.


Cómo logro detener esta energía, reduciendo el abastecimiento de oxígeno mediante la rigidez del sistema muscular, provocando la aceleración del corazón en un intento de proporcionar más oxígeno y esto genera las palpitaciones del ataque de ansiedad.


También puede ser que malas experiencias pasadas sirvan como señales de peligro ante una situación similar a la vivida, por ejemplo haber sufrido violencia de niño puede generar esta reacción al enfrentar una posible agresión de adulto.


El papel del entorno es de vital importancia para el desarrollo de la expresión de sentimientos, ya que de ahí aprenderemos al ser sostenidos y recibidos, a integrar esta función en nuestra personalidad para posteriormente poder contenernos por nosotros mismos, sin embargo la falta de apoyo crea esta carencia en el desarrollo de la persona.


En la terapia lo que hacemos es justamente ser ese apoyo, ese piso firme donde el paciente primero, logra contactar en su interior todo eso que no tuvo posibilidad de expresar para posteriormente sacarlo y llevarlo hacia donde estaba dirigido y acompañarlos en esta experiencia hasta que logren desarrollar las habilidades que fueron bloqueadas y aprendan a sostenerlas por si mismos.


Jan Rosado

Psicoterapeuta Gestalt





56 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

コメント


bottom of page